Neko: Hemos tardado una barbaridad, sí. ¡¡Pero a mí me encanta cómo ha quedado este capi!!
Nunii: Con un poco de todo. Maldito Excalibur... ¡¡Pero lo bonito es que se empieza a ver un tierno sentimiento!! ¿Verdad, Neko? ;)
Neko: >/////< ¡Cállate! Bueno... dejando eso a parte... la trama se está ralentizando un poco, ¡pero en seguida dará un salto! ¿O no?
Nunii: Seeeehhh... ¡¡DENTRO CAPÍTULO!!
-Maka, no vayas a despertarlas, pueden hacerlo por sí mismas -objetó Soul.
-Tenemos que ayudarlas, ¿no? ¡Son las nuevas y son nuestras amigas! -rebatió ella-. Ya sé, tú despiértalas y yo iré a ver a Crona.
-¡Y un cuerno! ¡Ve tú! -casi gritó Soul.
-Vale, no te pongas así -Maka hinchó las mejillas.
-Mejor vayamos primero a por Crona, y así las dejamos más tiempo tranquilas.
-Como quieras. Pero mejor que nos demos prisa.
-Síiii -el tono de Soul era aburrido.
Alguien golpeó la puerta. Aria, cepillándose, miró a Sophie, que se estaba arreglando la trenza.
-¡Adelante! -exclamó Aria.
-Con permiso~ -saludó Maka, contenta.
-Buenos días -dijo Soul.
-Bu-bu-buenos días -intentó saludar Crona.
-Mirad, chicas, este es Crona -Maka lo señaló con la palma.
-Ho-hola -dijo sin mirar a las nuevas.
-¡Hola! Yo soy Aria, y ella... -Aria se giró hacia atrás y no vio a Sophie-, ella es alguien aún más tímida que tú -terminó con la gota.
Salió de la habitación y la encontró tras una esquina.
-Mira, alguien más vergonzoso que Crona -comentó Soul con una sonrisa.
-Creo que tú y Sophie os llevaréis bien -sonrió Maka.
-Eso espero... -comentó Crona.
Aria se acercó con Sophie tras la espalda.
-Ella es Sophie.
-Ho-hola.
-Soy Crona.
Ragnarok entró en escena.
-¿Y qué pasa conmigo? ¿Es que ya ni te importo? ¡Desagradecido! -empezó a pegar a Crona.
-¿Pe-pero qué...? -intentó articular Sophie, sorprendida y asustada.
-¿Qué es eso? -preguntó Aria, sorprendida.
-Él es Ragnarok -informó Maka-. El compañero de Crona.
-¿Y-y por qué ha salido de su espalda? -preguntó Sophie sonrojada.
-Es una historia larga que no conocemos muy bien... -dijo Soul.
Crona le dio un puñetazo a Ragnarok, y a Aria y Sophie les cayó la gota.
-Vamos, voy a presentaros a algunos compañeros de clase -dijo Maka.
-¿Eeeeeh? -exclamó Sophie, roja-. ¡Déjame volver a la habitación, Aria!
-No, Sophie, tenemos que ir a clase -la cogió por el brazo.
-¡Mira, Crona! ¡Alguien más pardillo que tú! ¡Mira que tener miedo de los debiluchos de Shibusen! -se burló Ragnarok.
-¡Aria-chop! -gritó la chica.
Crona estaba en el suelo, temblando de miedo, encima de un Ragnarok noqueado.
-Le ha golpeado... -empezó Soul, asombrado cómicamente.
-... Con el talón -terminó Maka con la misma cara.
-Eh-eh-eeeeh. Mu-muchas gracias, Aria -agradeció Sophie, un poquito roja, pero sonriente.
-Eso por insultar a mi compañera -Aria aún tenía cara de ir a matar.
-Es la primera vez que golpean a Ragnarok en lugar de a mí -comentó Crona, poniéndose de pie.
-Lo siento -se disculpó Aria.
-No pasa nada. Solo... intenta no golpearme a mí si vuelve a ocurrir -pidió Crona.
-Claro, lo siento de veras -dijo Aria con la mano detrás de la cabeza.
-En serio, no es nada -la tranquilizó Crona mientras se marchaban por el pasillo.
-¿Ves Crona? ¿A que son simpáticas? -se oyó decir a Maka alejándose.
"No empieza mal este curso" pensó Soul y siguió a sus amigos.
A las puertas de la clase, Sophie frenó de golpe y agachó la cabeza.
-¿Pasa algo...? -Maka la miró.
-Creo que ya sé... -murmuró Aria
Entonces, se empezaron a oír voces y gritos por el pasillo, avanzando hacia ellos.
-Kiiiiiiiim-chaaaan, ¿Vendrás a esa misión conmigooo? -Ox caminaba con cara de cordero degollado detrás de Kim, que cada vez aceleraba más el paso.
-¡NO! Y si quieres, te GRITO todas las razones que quieras.
Sophie agachó la cabeza y se agazapó detrás de Aria, que empezó a sentir su "bipolaridad" siniestra y maligna.
-¡¡PEROOOO KIIIIIIIIIIMMM!!
-¡¡QUE NOOOOOOO!!
-¡¡¡CALLAOS!!! ¡¡DISCUTÍS EN OTRO LUGAR, QUE AQUÍ HAY PERSONAS EDUCADAS A LAS QUE LES MOLESTAN VUESTROS GRITOS!!-explotó Aria
Los chicos se callaron, boquiabiertos, y Kim sonrió al reconocer a Sophie, esta vez abrazada a Maka, temblando un poco.
-Pero si ella grita aún más... -Harvar apareció de detrás de Ox.
-Ja ja, que espectáculo -rió Killik, que estaba junto a Harvar.
Aria levantó un poco una pierna, para darles a ambos un buen "Aria-chop", pero Soul le tocó un hombro, y se relajó. Ellos eran... buena gente [N.a.: Depende del momento, ¿No? xD]
-Y... hum... ¿Quienes sois?-preguntó Ox
-Aria Di Ángelo
-S-s-s-sophie.... LeBlanc...
-¡¡Biennnnnnnnnnnnnn cada vez te presentas más rápido y mejorrrr!!-Aria agarró a Sophie y le dio uno de esos abrazos de oso con los que crujen las costillas tan típicos de ella, y empezó a zarandearla
-A...uxi...li...o...
La cara de Sophie empezó a cambiar de color.
Rojo, amarillo, naranja, verde, azul, violeta... hasta que Aria se dio cuenta y la soltó
-Oooooops ¿Estás... bien?
-S...s...í...-Sophie respiraba con gran trabajo, pero al fin le subió la sangre a la cabeza y su ritmo cardíaco y su respiración volvieron a ser normales
Killik la miró fijamente y le puso una mano en el hombro.
-¿Estás bien de verdad? Tú amiga es algo... bruta
-Sí, estoy bien-contestó sonriendo
-¡¡HUOOOOOOLAAAAAAAAA!!-se oyó por el pasillo
-Esa voz...-Soul tembló
-¡¡Haru-Chan!!-Sophie se separó de Aria y Killik y salió corriendo a abrazar a su amiga
Haruna corrió también hacia ella, pero al abrazarse, pasó algo inesperado...
Después de menear tanto a Sophie y despeinarla un poco, se le cayó el lazo que llevaba para mantener su trenza y se la deshizo.
Su carácter cambió.
-¿Sabes? Estos tíos son rarísimos. Y ese tiene una pinta de frki horrible. ¡¡ESO YA NO SE LLEVA, CHAVAL!!-le dijo mirando a Ox con cara de malas pulgas
-B...bueno... esque... Ox... es...
-¿Un hortera? ¡No me digas! ¡¡ADEMÁS ES FEO DE CARAY!!
A Ox le empezó a temblar el labio inferior. De miedo y de decepción por su falta de capacidad de ligue, casi siempre por su peinado
-Pero si es... muy moderno
-¡¡QUE NO!!
Soul le dio un codazo a Aria
-¿Tu no eres su compañera...? ¡Cálmala o algo! Me da miedo hasta mí...
-P...pues... es la primera vez que la veo así.... ¿Qué hagooooo?
-¡Dile algo, yo que sé!
-... ¡Ya sé!-Aria caminó a zancadas hasta su amiga, que seguía diciendo cosas que no pegaban nada con ella- Ejem... ejem...
Sophie la miró, y Aria, después de pensar un poco, empezó a cantar Ao No Kaori*
Hubo un gran silencio en el que solo se escuchaba su voz.
-Watashi no aishita hito...
Aria suspiró y levantó la mirada
Sophie ya estaba calmada, y Haruna le volvió a hacer la trenza.
-Ehhh-ehhh-eh....-balbuceaba Sophie, muy pero que muy sonrojada
-Tranquila. No ha pasado nada.
-Guau. Cantas muy bien-dijo Kim com una enorme sonrisa
-Adoro la música, la pintura y la escultura. Cualquier tipo de arte me prima. En mi familia me enseñaron a dibujar, escribir, cantar, y a tocar casi todos los instrumentos
-Vaya....-murmuró Harvar
-¡¡PORRAS!!-exclamó Maka
-¿Mmmph?-Soul no tenía palabras. ¡Vaya numerito!
-Vamos a llegar tarde a clase...
-¿No me digas?-interrumpió Stein, que salió de la clase y apareció detrás de Maka, haciendo que esta diese un respingo
-H-h-hola... profesor Stein...
-Esta os la paso porque estabais con la nuevas... a la próxima, os diseco... sí... sería interesante...
Todos salieron corriendo hacia la clase, pero Stein paró a Aria y Sophie
-Chicas. Vosotras sois nuevas, y tenéis la suerte de estar en la clase de vuestros amigos, sí. Yo soy vuestro tutor. Y antes de que entréis, debería presentaros. Así que esperad a que os llame.
-Vale-contestó Aria por las dos, porque Sophie aún estaba un poco en shock
-¡¡CHICOS, A VUESTROS SITIOS!!-gritó Stein a la clase, en la que había un revuelo tremendo porque corría el rumor de haber nuevos en la clase. Que además, eran chicas.
-Pss... Soul... ¿Donde estábais? ¡¡Llegáis tarde!!-dijo Kid por lo bajo
-Con las nuevas. ¡No sabes que numerito montaron en el pasillo!
-Ya... Aria es un poco especial...
-¿Solo Aria? ¡¡Sophie la armó buena!! ¡¡Que bien me lo pasé, tío!!
Kid suspiró. Soul, donde hubiese movida, mejor se lo pasaba. En eso se parecía mucho a Black*Star...
-Haber. Ya sé que la mayoría de vosotros los sabéis por rumores, pero... bueno-comenzó Stein, interrumpiendo la conversación de Soul y Kid-hay dos chicas nuevas en esta clase
Hubo un gran estrépito, en el que destacó un potente silbido de Black*Star y una estridente risa de Patti.
Stein hizo un gesto, y la francesa y la italiana entraron con paso seguro, agarradas de la mano
-Presentaos...-indicó Stein dando vueltas con su silla de ruedas
-Soy Aria Di Ángelo, soy italiana y me gusta el helado de limón y mandarina y la pizza peperoni. Soy maestra y tengo 13 años. Mi cumple es en abril. ¡¡Encantadísima!!-dijo del tirón, con una gran sonrisa
-H-h-hola... y-y-y-yo... s-s-soy... Sophie LeBlanc ... ... ...
-¿...?
-¿¿...??
Aria se aclaró la garganta y le dio un codazo a su amiga para que siguiese, pero seguía con la mirada gacha, muy sonrojada, y apunto de empezar a llorar, así que hizo algo arriesgado: le volvió a soltar la trenza
-¡EY! ¡¡NO ME MIRÉIS ASÍ!! ¿Acaso tengo un grano?-suspiró algo irritada-Yo soy francesa, me gustan los croissants con mantequilla y mermelada. Soy arma, compañera de Aria, y tengo 14 años. COMO ME VACILÉIS PORQUE SOY BAJITA, COBRÁIS.
Aria se apresuró a cerrarle la boca antes de que siguiera hablando.
-Podéis sentaros -ordenó Stein.
Aria corrió a unos asientos libres en la primera fila, aún con Sophie cogida. En lugar de volver a hacerle la trenza, la amordazó con el lazo hasta el final de la clase.
Sonó el timbre de Shibusen (el típico Kill Kon Kan Kon). Maka se acercó a donde estaban sentadas Aria y Sophie. La francesa ya llevaba otra vez su trenza.
-¿Qué tal la primera clase? -les preguntó.
-Sophie aún sigue sollozando -dijo Aria, con Sophie cogida a su brazo.
-Qué vergüenzaaaaa -lloriqueó-. No quiero volver a pasar por esto. Nunca volveré a presentarme ante nadie en una clase.
-¿Estás bien, Sophie? -se interesó Tsubaki.
-Aún no se ha calmado -informó Aria.
-Le llevará un tiempo acostumbrarse -comentó Kid.
-Espero poder hacer algo por ella... -Aria miró a su compañera, sonriendo. Y todos, congregados alrededor de las dos nuevas, la imitaron.
Sophie abrió los ojos de repente.
-¡Dejad de mirarme! -susurró, y se escurrió debajo de la mesa.
-Sophie -la llamó Aria.
-Déjame, aquí nadie me verá -rebatió la francesa, aún llorando.
-Vamos, sal, acabarás llamando más la atención si haces eso -replicó su amiga.
-Sophie tiene un gran problema, ¿eh? -comentó Liz.
-Ya se le pasará -comentó Zelda con dejadez.
-Podríamos usar a Black*Star como su terapia de choque -comentó Soul con una sonrisa malvada, señalándolo.
Black*Star asintió, con los brazos cruzados y los ojos cerrados, en una sonrisa de satisfacción.
-Es una buena idea, sí -asintió el de pelo azul.
-Interesante... -reflexionó Aria.
-¡No! -susurró de nuevo Sophie.
-Empieza la siguiente clase -informó Haruna.
Sophie salió de su escondite en medio segundo, y el resto volvió a sus asientos.
-¿Qué tal vuestro primer día de clase? -preguntó Maka, alcanzando a las dos chicas.
-Bien, bien -sonrió Aria.
-Menos mal que ha terminado... -dijo Sophie, sonrojada y con lagrimitas.
-Oh, vamos, no ha sido tan malo. Habéis estado muy bien -les sonrió Haruna al alcanzarlas.
-Sí, la bipolaridad de Sophie dará mucho que hablar -comentó Zelda.
Sophie quiso marcharse corriendo a su habitación en la residencia, pero Aria le paró los pies a tiempo, adivinando sus intenciones.
-Me parece que podríamos freír un huevo sobre la cabeza de Sophie -opinó Liz. Patti le coreó la broma riendo.
-¿Qué vais a hacer esta tarde, chicas? -les preguntó Maka.
-Pues... -empezó Aria-. ¡¡Atracar un banco!!
-Ya veo... -asintió Maka, con la gota.
-No era broma, no tenemos nada que hacer. Supongo que deberíamos ponernos al día con todo lo de la academia, ¿no? -le preguntó Aria a su compañera.
-S-supongo -titubeó Sophie.
-Nosotros tendremos que seguir con las misiones -recordó Soul de repente.
-¡Es cierto! Kid dijo que habían llegado muchísimas y que no paraban -dijo Black*Star.
-Hablando de eso, podemos relajarnos un poco. Las misiones han dejado de llegar -informó Kid-. Pero aún son demasiadas.
-Mirad -Tsubaki señaló el tablón.
Todos se quedaron con la boca abierta.
-¡Pero si hay misiones clavadas en la pared! -exclamó Zelda.
-Y aún quedan unas cuantas almacenadas en la biblioteca -informó Kid.
-Me da pereza solo de verlo... -se deprimió Soul.
-Ah, claro, ¿podríais explicarnos algunas cosas sobre las misiones? -pidió Aria.
-Claro, sin problemas -aceptó Maka, se acercó al tablón de anuncios, y las dos chicas le siguieron.
Maka miró unas cuantas misiones para explicarles, y encontró una de lo más... interesante.
-¿C-cómo? -tartamudeó Maka, a punto de poner "esa" cara.
-¿Qué pasa, Maka? -preguntó Aria al llegar junto a ella.
-Esta misión... -empezó Maka.
-¿Qué pasa con eso? -Black*Star miró por encima del hombro de Maka.
Y dio un grito, semejante al que dan todos al ver a... sí, a Excalibur.
-Eh, vosotros, ¿y ese grito? -Hiro apareció por allí-. No digáis nada, ¿Excalibur, verdad? Dadme esa misión, es mi oportunidad para vengarme de él.
-¡Alto ahí! ¡No sé quién será Excalibur, pero me llama la atención! ¡¡Esa misión es nuestra, quiero conocerlo!! -gritó Aria.
Black*Star arrancó una misión de mala leche y se fue de allí echando humo por las orejas seguido de Tsubaki. Kid se alejó todo lo que pudo de la misión y cogió una cualquiera que ni siquiera miró, con intención de alejarse de cualquier mención de Excalibur. Haruna se entretuvo un rato mirando misiones hasta que Zelda cogió una que le gusta y se la llevó a rastras, tirándole de la capucha.
-¿Tan... repelente es ese tal Excalibur?
Todos los que estaban a su alrededor [menos Aria, claro] pusieron esa típica mueca que solían poner al hablar de personaje
-Me da que sí...-Aria se acercó a su compañera con el papel en la mano
-¿Qué hay que hacer?-le preguntó la francesa
-Pues... aquí dice que... ¡¿HAY QUE LLEVARLE UNOS FIDEOS INSTANTANEOS?! ¡¡¿¿ESTÁ DE GUASA O QUÉ??!!
-...-Sophie no daba crédito
-¡¿¡¿ES QUE NO PUEDE IR A BUSCARLOS ÉL?!?!
-En realidad, no-dijo Hiro acercándose-normalmente tiene forma de espada y...
-¡¡ME DA IGUAL SU FORMA!! ¡¡VOY A IR, PERO NO LE VOY A DAR UNOS FIDEOS INSTANTÁNEOS!! ¡¡¡LE VOY A DAR UNA GALLETA QUE YA VERÁ!!-le interrumpió Aria en su ataque agresivo
-... A-a-a-aria... todos nos... están mirando...-murmuró Sophie, que se escondió detrás del primer cuerpo que encontró, que por casualidad, fue el de Hiro
-Vaya... hola-saludó el chico
Fue entonces, y solo entonces, cuando Sophie se dio cuenta y quiso salir corriendo, así que saltó sobre Aria y se agazapó e su espalda
-Em... Hola. No molestes, por favor-le pidió amablemente Aria, al ver que su presencia molestaba a su amiga
-Eres bastante guapa. ¿Sabes que estamos en la misma clase? ¿Será cosa del destino?
-Mi paciencia se acaba, chaval
-Dicen que las italianas son hermosas y carismáticas, ¡¡Y tienen toda la razón!! También dicen que cocinan bien... ¿Es eso verdad?-le dijo guiñándo un ojo
-¿Quieres una galleta casera?-le dijo Aria en tono pícaro
-Mmmm... vale...
-AAAHHHHHHHHHH ARIA-CHOP
-Aria... ¿No te habrás pasado un poco con él?
-¡¡CONMIGO NO LIGAS, LERDO!! ¡¡¡Y NO MOLESTES MÁS A SOPHIE O TE GANAS OTRA IGUAL O PEOR!!!
Hiro había quedado con la cabeza incrustada en el suelo, pero con una pequeña sonrisa.
-Veo que... os lleváis bien-dijo Soul pasando delante del chico y riéndose con ganas.
-Soul... no seas cruel...
-¡Jajaja!
-Vamos a coger una misión. Punto.
-Bff... ¿Por qué solo piensas en trabajar? ¡¡Eres muy aburrida!! ¡¡Hasta tu cuerpo es aburrido!!
-¡¡MAKA-CHOP!!
-¿Qué sitio...-comenzó Aria
-... es este?-terminó Sophie
Ambas, de la mano, se adentraron en la cueva que indicaba la misión, mojándose un poco los pies
-¡¡Yuhuuuuu!! ¡¡Aguaaaaa!!-Aria, toda feliz, se puso a saltar, mojando a su compañera
-Jeje, que bien te lo pasas
-¡¡Ven a jugar conmigo, Sophie!!
Sophie, al darse cuenta de que estaban solas, se sintió muy tranquila, y fue a jugar con su amiga
Después de un rato jugando, Sophie exclamó:
-¡Ey! ¡¡Que no hemos venido a jugar!! Tenemos que ir junto a ese tal Excalibur...
-Cierto, cierto-secundó su amiga
Todos los que estaban a su alrededor [menos Aria, claro] pusieron esa típica mueca que solían poner al hablar de personaje
-Me da que sí...-Aria se acercó a su compañera con el papel en la mano
-¿Qué hay que hacer?-le preguntó la francesa
-Pues... aquí dice que... ¡¿HAY QUE LLEVARLE UNOS FIDEOS INSTANTANEOS?! ¡¡¿¿ESTÁ DE GUASA O QUÉ??!!
-...-Sophie no daba crédito
-¡¿¡¿ES QUE NO PUEDE IR A BUSCARLOS ÉL?!?!
-En realidad, no-dijo Hiro acercándose-normalmente tiene forma de espada y...
-¡¡ME DA IGUAL SU FORMA!! ¡¡VOY A IR, PERO NO LE VOY A DAR UNOS FIDEOS INSTANTÁNEOS!! ¡¡¡LE VOY A DAR UNA GALLETA QUE YA VERÁ!!-le interrumpió Aria en su ataque agresivo
-... A-a-a-aria... todos nos... están mirando...-murmuró Sophie, que se escondió detrás del primer cuerpo que encontró, que por casualidad, fue el de Hiro
-Vaya... hola-saludó el chico
Fue entonces, y solo entonces, cuando Sophie se dio cuenta y quiso salir corriendo, así que saltó sobre Aria y se agazapó e su espalda
-Em... Hola. No molestes, por favor-le pidió amablemente Aria, al ver que su presencia molestaba a su amiga
-Eres bastante guapa. ¿Sabes que estamos en la misma clase? ¿Será cosa del destino?
-Mi paciencia se acaba, chaval
-Dicen que las italianas son hermosas y carismáticas, ¡¡Y tienen toda la razón!! También dicen que cocinan bien... ¿Es eso verdad?-le dijo guiñándo un ojo
-¿Quieres una galleta casera?-le dijo Aria en tono pícaro
-Mmmm... vale...
-AAAHHHHHHHHHH ARIA-CHOP
-Aria... ¿No te habrás pasado un poco con él?
-¡¡CONMIGO NO LIGAS, LERDO!! ¡¡¡Y NO MOLESTES MÁS A SOPHIE O TE GANAS OTRA IGUAL O PEOR!!!
Hiro había quedado con la cabeza incrustada en el suelo, pero con una pequeña sonrisa.
-Veo que... os lleváis bien-dijo Soul pasando delante del chico y riéndose con ganas.
-Soul... no seas cruel...
-¡Jajaja!
-Vamos a coger una misión. Punto.
-Bff... ¿Por qué solo piensas en trabajar? ¡¡Eres muy aburrida!! ¡¡Hasta tu cuerpo es aburrido!!
-¡¡MAKA-CHOP!!
-¿Qué sitio...-comenzó Aria
-... es este?-terminó Sophie
Ambas, de la mano, se adentraron en la cueva que indicaba la misión, mojándose un poco los pies
-¡¡Yuhuuuuu!! ¡¡Aguaaaaa!!-Aria, toda feliz, se puso a saltar, mojando a su compañera
-Jeje, que bien te lo pasas
-¡¡Ven a jugar conmigo, Sophie!!
Sophie, al darse cuenta de que estaban solas, se sintió muy tranquila, y fue a jugar con su amiga
Después de un rato jugando, Sophie exclamó:
-¡Ey! ¡¡Que no hemos venido a jugar!! Tenemos que ir junto a ese tal Excalibur...
-Cierto, cierto-secundó su amiga
-¿Es por aquí? -se preguntó Sophie.
-Seguro -afirmó con ganas Aria.
Las dos se adentraron en la cueva. Como del techo caían gotas, Aria se empezó a poner de muy mal humor. Sophie era demasiado vergonzosa para decirle nada, así que se limitó a mirarla de vez en cuando por si explotaba. Llegaron de una (maldita, según Aria) vez delante de Excalibur.
-¿Ésto es Excalibur? -gritó Aria, de muy mal humor, mirando la espada incrustada en la piedra.
-A-Aria, no tienes que gritar tanto...
-¡¿DE VERAS HABÍA QUE TRAER UNOS ESTÚPIDOS FIDEOS INSTANTÁNEOS A ESTA COSA?!
-No me llames cosa, jovenzuela -dijo una voz que venía del suelo.
Excalibur, alardeando como siempre, se transformó de espada a... oso hormiguero deforme blanco, o lo que sea.
-Rectifico -empezó Aria-: ¡¿A ESTA ESPECIE DE (algo que Sophie prefirió olvidar) BLANCA Y DEFORME?!
-Aria-chan, cálmate... -le pidió Sophie, empezando a ponerse nerviosa.
-Bakame -dijo simplemente Excalibur. En algún lugar del mundo, en ese momento, murió un ángel. (No es un juego de palabras con el apellido de Aria)
Aria empezaba a ponerse roja de ira.
-Aria, relájate, por favor -Sophie estaba a un paso de empezar a temblar.
-¡¡DIJE QUE VENDRÍA A DARTE UNA GALLETA Y TE LA VOY A DAR!!
-En la misión pedía fideos, no galletas -replicó Excalibur.
Aria dio ese grito tan característico que todos suelen dirigir hacia Excalibur. Para colmo de males, Excalibur se puso a cantar.
-¡¡CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATEEEEEEEEEEEEEEE!! -gritó Aria casi desesperada.
-¿Y ahora por qué se pone a cantar? -se preguntó Sophie, mirándolo-. Disculpe... Excalibur...
-¡Bakame! -Excalibur apuntó a Sophie con su bastón-. ¡No me interrumpas cuando estoy cantando! Un idiota como tú de pelo azul también me interrumpía constantemente, pero le di su merecido.
-¿Se refiere a Black*Star? -quiso saber Sophie.
-Ni lo sé ni me importa -replicó Excalibur-. Hablando de mí, ¿os he contado ya mi historia? Mi leyenda comenzó en el siglo XII.
-¡¡QUÉ ASCO ME DAS!! -gritó Aria.
-Mi leyenda comenzó un lluvioso día de otoño -Excalibur empezó a dar vueltas por el lugar-. Tal vez un soleado día de verano. Puede que fuera una fría tarde de invierno. O una cálida noche de verano. En fin, que por aquel entonces yo era...
Excalibur se interrumpió cuando Aria le quitó el bastón de la mano (que no paraba de enarbolar) y se lo rompió de un rodillazo. Lo tiró al suelo con tan mala leche que uno de los trozos volvió a romperse.
-A-Aria, ¿qué has...? -tartamudeó Sophie.
Excalibur cayó al suelo de una forma muy dramática, y empezó a sollozar delante de su bastón roto.
-Aria, ya lo has hecho llorar... -intentó reprenderle Sophie, pero Aria estaba exultante de alegría, y no escuchó una palabra de su amiga.
-¡Aquí tienes tu estúpida misión! -Aria tiró el papel de la misión al suelo delante de Excalibur, con satisfacción.
-Bakame -susurró Excalibur sin mirarla.
Y fue demasiado, Aria puso "esa mueca típica que ponen todos al oír hablar de Excalibur". Además, estuvo a punto de arrearle una patada en el trasera, pero Sophie, harta de que no se le hiciera caso, pegó a Aria en la cabeza, parcialmente transformada en arma (igual que Marie Mjölnir, que transforma uno de sus brazos en la cabeza del martillo).
-Ayyyy... -se quejó Aria.
-Vámonos antes de que Excalibur se recupere, por favor -le pidió su compañera con amabilidad.
-Me parece que se te está pegando algo de mí, ¿no? -le sonrió Aria.
Sophie se sonrojó un poco.
-Bueno... Creo que sí. Seguro que si no te hubiese conocido nunca habría golpeado a nadie de esa forma -confesó Sophie sin mirarla, y más roja que antes.
-¡Chicas! -oyeron que alguien las llamaba desde la entrada de la cueva.
Corrieron hacia allí dejando a Excalibur más solo que la una. Detrás de él, las hadas de la cueva estaban saltando de alegría, pues por fin alguien había dado una lección a Excalibur.
-¡Chúpate esa, Excalibur! -gritó la hadita que todos se encuentran en la entrada de la cueva.
-Bakame -dijo Excalibur.
Y la hadita y sus amigos pusieron también esa cara. Al tiempo que lo hacía Aria.
-Sí, sin duda han encontrado a Excalibur -comentó Haruna.
-No deberíamos mencionarlo -sentenció Zelda.
-Y... ¿qué ha pasado ahí dentro? -preguntó Haruna llena de curiosidad.
-Pre-prefiero no recordarlo -cortó Sophie.
-¿Cómo habéis venido, chicas? -quiso saber Aria.
-Le robamos el monopatín a Kid -Zelda sonrió y señaló tras ella con el pulgar.
Aria y Sophie miraron donde ella señalaba.
-Es una broma -confesó Zelda, y se puso a reír como loca.
Aria se ofendió, y así reemprendieron la vuelta, con Aria cabreada.
-¡¡Hola chicas!! ¿Qué tal la misión?-preguntó Maka, con un poco de preocupación en la mirada
Aria resobló, gruñó algo y se fue con los brazos cruzados, murmurando.
-¿Le ha... pasado algo?-preguntó de nuevo la rubia
-Zelda la ha ofendido-indicó Haruna, que no estaba de acuerdo con el comportamiento de su compañera
-Oye. ¡Era solo una broma!
-¿Has pensado que venían de soportar a Excalibur?-comentó Soul
-¿Y eso qué más da? ¡¡Era una broma!!-Zelda empezaba a cabrearse
-Creo que no le ha gustado tu broma...-susurró Crona, desde detrás de Maka
-¡¡A mí sí!!-berreó Ragnarok desde la espalda del chico
-Deberías disculparte-la incitó Tsubaki
-Tiene mala leche, pero es una buena persona. Suele ser muy animada, pero Excalibur y el chico rubio le hicieron un día... complicado...-dijo Sophie, que empezaba a caminar hacia donde se fue su amiga italiana
-Te acompaño-le dijo Black*Star
Sophie se sonrojó un poco.
-B...b...bueno... v...v...va...le... gracias-susurró
Black*Star le rodeó los hombros con su brazo y empezó a canturrear y gritar mientras emprendían el camino.
El brazo de Black*Star era cálido y fuerte, y le daba a Sophie una dulce sensación de tranquilidad y protección.
La inocente francesa giró la cabeza para mirar el alegre rostro del japonés, que reía a carcajada limpia.
Tenía el pelo limpio y la cara redonda, y los dientes muy blancos.
Pasó su vista a su hombro, y observó la estrella que lo adornaba.
-¿Te gusta?-le preguntó con una gran sonrisa
-S...í-susurró, sonrojándose cada vez más
-¡¡Anda, que par de tórtolos!!-se escuchó desde delante
-¿Aria...?
-¡¡Sophieeeeeee!!-Aria le saltó encima a su amiga, separándola de Black*Star, que gruñó por lo bajo, y tirando a su amiga al suelo
-¿Q-q-q-q-que haces...?
-Esperar que Zelda venga a disculparse-dijo con una enorme sonrisa, típica en ella
-Pss... dudo mucho que venga-bufó Black*Star
-¡¡Tú calladito, que estás más guapo!!
De repente, Sophie se sonrojó como un tomate e intentó sacarse a Aria de encima, con un aire de enfado
-¿Pasa algo, Sophie? ¿Peso mucho?
-Mmmm... no... tranquila-dijo con una pequeña sonrisa
-¿Sabéis? Os parecéis más de lo que creéis-dijo Zelda, que al parecer había visto toda la escena
-¡¡Y vamos a arrasar!!-afirmaron las dos amigas, cogidas de la mano, sonrientes y radiantes.
*Ao No Kaori es una canción de Yui Makino, preciosa, de la banda sonora de Soul Eater^^-Seguro -afirmó con ganas Aria.
Las dos se adentraron en la cueva. Como del techo caían gotas, Aria se empezó a poner de muy mal humor. Sophie era demasiado vergonzosa para decirle nada, así que se limitó a mirarla de vez en cuando por si explotaba. Llegaron de una (maldita, según Aria) vez delante de Excalibur.
-¿Ésto es Excalibur? -gritó Aria, de muy mal humor, mirando la espada incrustada en la piedra.
-A-Aria, no tienes que gritar tanto...
-¡¿DE VERAS HABÍA QUE TRAER UNOS ESTÚPIDOS FIDEOS INSTANTÁNEOS A ESTA COSA?!
-No me llames cosa, jovenzuela -dijo una voz que venía del suelo.
Excalibur, alardeando como siempre, se transformó de espada a... oso hormiguero deforme blanco, o lo que sea.
-Rectifico -empezó Aria-: ¡¿A ESTA ESPECIE DE (algo que Sophie prefirió olvidar) BLANCA Y DEFORME?!
-Aria-chan, cálmate... -le pidió Sophie, empezando a ponerse nerviosa.
-Bakame -dijo simplemente Excalibur. En algún lugar del mundo, en ese momento, murió un ángel. (No es un juego de palabras con el apellido de Aria)
Aria empezaba a ponerse roja de ira.
-Aria, relájate, por favor -Sophie estaba a un paso de empezar a temblar.
-¡¡DIJE QUE VENDRÍA A DARTE UNA GALLETA Y TE LA VOY A DAR!!
-En la misión pedía fideos, no galletas -replicó Excalibur.
Aria dio ese grito tan característico que todos suelen dirigir hacia Excalibur. Para colmo de males, Excalibur se puso a cantar.
-¡¡CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATEEEEEEEEEEEEEEE!! -gritó Aria casi desesperada.
-¿Y ahora por qué se pone a cantar? -se preguntó Sophie, mirándolo-. Disculpe... Excalibur...
-¡Bakame! -Excalibur apuntó a Sophie con su bastón-. ¡No me interrumpas cuando estoy cantando! Un idiota como tú de pelo azul también me interrumpía constantemente, pero le di su merecido.
-¿Se refiere a Black*Star? -quiso saber Sophie.
-Ni lo sé ni me importa -replicó Excalibur-. Hablando de mí, ¿os he contado ya mi historia? Mi leyenda comenzó en el siglo XII.
-¡¡QUÉ ASCO ME DAS!! -gritó Aria.
-Mi leyenda comenzó un lluvioso día de otoño -Excalibur empezó a dar vueltas por el lugar-. Tal vez un soleado día de verano. Puede que fuera una fría tarde de invierno. O una cálida noche de verano. En fin, que por aquel entonces yo era...
Excalibur se interrumpió cuando Aria le quitó el bastón de la mano (que no paraba de enarbolar) y se lo rompió de un rodillazo. Lo tiró al suelo con tan mala leche que uno de los trozos volvió a romperse.
-A-Aria, ¿qué has...? -tartamudeó Sophie.
Excalibur cayó al suelo de una forma muy dramática, y empezó a sollozar delante de su bastón roto.
-Aria, ya lo has hecho llorar... -intentó reprenderle Sophie, pero Aria estaba exultante de alegría, y no escuchó una palabra de su amiga.
-¡Aquí tienes tu estúpida misión! -Aria tiró el papel de la misión al suelo delante de Excalibur, con satisfacción.
-Bakame -susurró Excalibur sin mirarla.
Y fue demasiado, Aria puso "esa mueca típica que ponen todos al oír hablar de Excalibur". Además, estuvo a punto de arrearle una patada en el trasera, pero Sophie, harta de que no se le hiciera caso, pegó a Aria en la cabeza, parcialmente transformada en arma (igual que Marie Mjölnir, que transforma uno de sus brazos en la cabeza del martillo).
-Ayyyy... -se quejó Aria.
-Vámonos antes de que Excalibur se recupere, por favor -le pidió su compañera con amabilidad.
-Me parece que se te está pegando algo de mí, ¿no? -le sonrió Aria.
Sophie se sonrojó un poco.
-Bueno... Creo que sí. Seguro que si no te hubiese conocido nunca habría golpeado a nadie de esa forma -confesó Sophie sin mirarla, y más roja que antes.
-¡Chicas! -oyeron que alguien las llamaba desde la entrada de la cueva.
Corrieron hacia allí dejando a Excalibur más solo que la una. Detrás de él, las hadas de la cueva estaban saltando de alegría, pues por fin alguien había dado una lección a Excalibur.
-¡Chúpate esa, Excalibur! -gritó la hadita que todos se encuentran en la entrada de la cueva.
-Bakame -dijo Excalibur.
Y la hadita y sus amigos pusieron también esa cara. Al tiempo que lo hacía Aria.
-Sí, sin duda han encontrado a Excalibur -comentó Haruna.
-No deberíamos mencionarlo -sentenció Zelda.
-Y... ¿qué ha pasado ahí dentro? -preguntó Haruna llena de curiosidad.
-Pre-prefiero no recordarlo -cortó Sophie.
-¿Cómo habéis venido, chicas? -quiso saber Aria.
-Le robamos el monopatín a Kid -Zelda sonrió y señaló tras ella con el pulgar.
Aria y Sophie miraron donde ella señalaba.
-Es una broma -confesó Zelda, y se puso a reír como loca.
Aria se ofendió, y así reemprendieron la vuelta, con Aria cabreada.
-¡¡Hola chicas!! ¿Qué tal la misión?-preguntó Maka, con un poco de preocupación en la mirada
Aria resobló, gruñó algo y se fue con los brazos cruzados, murmurando.
-¿Le ha... pasado algo?-preguntó de nuevo la rubia
-Zelda la ha ofendido-indicó Haruna, que no estaba de acuerdo con el comportamiento de su compañera
-Oye. ¡Era solo una broma!
-¿Has pensado que venían de soportar a Excalibur?-comentó Soul
-¿Y eso qué más da? ¡¡Era una broma!!-Zelda empezaba a cabrearse
-Creo que no le ha gustado tu broma...-susurró Crona, desde detrás de Maka
-¡¡A mí sí!!-berreó Ragnarok desde la espalda del chico
-Deberías disculparte-la incitó Tsubaki
-Tiene mala leche, pero es una buena persona. Suele ser muy animada, pero Excalibur y el chico rubio le hicieron un día... complicado...-dijo Sophie, que empezaba a caminar hacia donde se fue su amiga italiana
-Te acompaño-le dijo Black*Star
Sophie se sonrojó un poco.
-B...b...bueno... v...v...va...le... gracias-susurró
Black*Star le rodeó los hombros con su brazo y empezó a canturrear y gritar mientras emprendían el camino.
El brazo de Black*Star era cálido y fuerte, y le daba a Sophie una dulce sensación de tranquilidad y protección.
La inocente francesa giró la cabeza para mirar el alegre rostro del japonés, que reía a carcajada limpia.
Tenía el pelo limpio y la cara redonda, y los dientes muy blancos.
Pasó su vista a su hombro, y observó la estrella que lo adornaba.
-¿Te gusta?-le preguntó con una gran sonrisa
-S...í-susurró, sonrojándose cada vez más
-¡¡Anda, que par de tórtolos!!-se escuchó desde delante
-¿Aria...?
-¡¡Sophieeeeeee!!-Aria le saltó encima a su amiga, separándola de Black*Star, que gruñó por lo bajo, y tirando a su amiga al suelo
-¿Q-q-q-q-que haces...?
-Esperar que Zelda venga a disculparse-dijo con una enorme sonrisa, típica en ella
-Pss... dudo mucho que venga-bufó Black*Star
-¡¡Tú calladito, que estás más guapo!!
De repente, Sophie se sonrojó como un tomate e intentó sacarse a Aria de encima, con un aire de enfado
-¿Pasa algo, Sophie? ¿Peso mucho?
-Mmmm... no... tranquila-dijo con una pequeña sonrisa
-¿Sabéis? Os parecéis más de lo que creéis-dijo Zelda, que al parecer había visto toda la escena
-¡¡Y vamos a arrasar!!-afirmaron las dos amigas, cogidas de la mano, sonrientes y radiantes.